«Me encanta cocinar y probar nuevas recetas. A veces me doy cuenta de que las proporciones no son exactas o que falta un ingrediente. Pero es difícil corregir un libro sin estropearlo. Para solucionarlo, escaneo la receta y la edito en Word con Readiris 16. De este modo puedo modificar las cantidades o los ingredientes y guardar el archivo. Así sé que la receta estará a mi gusto la próxima vez que la utilice».
Anne, 67 años
«Por las mañanas siempre voy con prisas. Aunque salga pronto de casa, siempre me encuentro con algún atasco. En esa situación no hay mucho que hacer, aparte de observar al conductor del coche de al lado o escuchar la radio. Pero cuando pienso en todos los documentos que tendré que leer en cuanto llegue a la oficina, me pongo de mal humor. Desde que he descubierto Readiris, puedo aprovechar al máximo el rato que dura el trayecto. Convierto los documentos en archivos de audio y los escucho tranquilamente durante mis desplazamientos. Esto me ahorra mucho tiempo y muchas molestias».
Paul, 42 años
«En el trabajo formo parte de un equipo que trata con contactos extranjeros. Con frecuencia mi jefe me pide que le haga un resumen de artículos de revistas publicados en idiomas que desconozco. Antes, esto me estresaba mucho y contactaba con amigos en las redes sociales para intentar encontrar a un hablante de ese idioma que me pudiera ayudar con rapidez. Ahora utilizo Readiris. Escaneo los documentos y los convierto en archivos editables. Luego los traduzco mediante una aplicación de traducción para entenderlos fácilmente. Reconozco que ya no podría vivir sin Readiris. Me ha salvado la vida».
Rosa, 36 años
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